jueves, 3 de abril de 2014

Las cotizaciones ya sólo dan para pagar el 90% del gasto en pensiones

España cerró 2013 con un desajuste de 10.000 millones de euros entre lo que ingresó por cotizaciones sociales (98.093 millones de euros) y lo que pagó en pensiones (108.579 millones). Es decir, aunque se supone que en un sistema de reparto, las primeras deben cubrir las segundas, sólo lo hicieron en un 90%, lo que contrasta con los años pre crisis cuando las cuotas de los trabajadores
representaban un 120% de las pensiones.

El paro y el empleo precario han recortado los ingresos por cotizaciones sociales en 2013 por quinto año consecutivo. Los 98.093 millones de euros recaudados el año pasado por esta vía no sólo suponen una caída del 3% respecto al año anterior, sino que no llegaron a ser ni el 93% de lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado.

Si se compara con años anteriores, cuando el paro no llegaba al 10%, la caída es mayor. Desde el pico de 2008, la Seguridad Social ha perdido más de 10.000 millones en cotizaciones sociales, con una caída acumulada del 9,25% en los últimos cinco años.

Mientras, las pensiones han crecido en más de 35.000 millones de euros desde 2007. En total, en 2013, la Seguridad Social pagó 108.579 millones en prestaciones de jubilación, invalidez, viudedad y orfandad. El agujero es aún mayor si se tiene en cuenta los 10.200 millones que el Estado paga por las llamadas clases pasivas (jubilados del sector público), que engordarían la factura de las pensiones casi a 130.000 millones.

Así, sólo los 15.693 millones de euros que el Estado traspasó a la Seguridad Social para abonar las pensiones evitaron un agujero mayor en el sistema. Gracias a este importe, cumplió también su objetivo de déficit el pasado año, al registrar un desfase del 1,16% del PIB, frente al 1,4% esperado.

De esta forma, las cotizaciones sociales apenas cubrieron el 90,34% del gasto en pensiones del pasado año. Con ello, ahondó la ruptura que se produjo en 2012, que fue el primer año en el que las cuotas no bastaron para pagar las pensiones.

Estos datos contrastan con los que se producían en años anteriores. Por ejemplo, en 2006, los ingresos por cotizaciones rozaron el 130% de los pagos en pensiones. La proporción se fue reduciendo y bajó del 120% en 2009. En 2010 y 2011, la proporción continuó bajando pero se mantuvo por encima del equilibrio.


CONSECUENCIAS DEL DESEQUILIBRIO ENTRE PENSIONES Y COTIZACIONES

Este equilibrio entre las cotizaciones y las pensiones actuales es la base de cualquier sistema de reparto, que parte de que los ocupados abonan las pensiones de los jubilados con la esperanza de que las siguientes generaciones hagan lo mismo.

Además, esta insuficiencia de las cotizaciones tiene dos efectos. En primer lugar, es una de las razones por las que el Gobierno ha dejado de hacer aportaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Desde 2011, la hucha de las pensiones no ha recibido ni un euro procedente del excedente de la Seguridad Social. Al contrario, sólo 2013, el Ejecutivo ha sacado 11.648 millones de euros para evitar emitir más deuda.

APORTACIONES AL FONDO DE RESERVA


Otro de los efectos es la imposibilidad de seguir la recomendación de bajar las cotizaciones sociales en la que han insistido tanto las autoridades europeas como otros expertos. Los últimos en hacerlo han sido los de la “comisión Lagares”, que han propuesto reducir el coste del empleo en los próximos años a cambio de subir el IVA.

Actualmente, las cotizaciones sociales suponen casi un 30% de los costes laborales del trabajador. Además, el Gobierno decidió elevar la base máxima en 2013 y ha repetido medida en 2014.

Fuente: invertia.com

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