domingo, 4 de noviembre de 2012

Los grandes temores de los ahorradores españoles

La clave para proteger el dinero reside en 'diversificar la inversión'

La nube de la incertidumbre aún no se ha disipado del mercado financiero español y tampoco hay atisbos de que vaya a salir el sol por ningún lado. Lo fácil es que cunda el pánico cuando lo que está en juego en la ruleta de las finanzas es casi la totalidad de tu patrimonio (sea éste de la cantidad que sea), pero tampoco se debe caer en la
trampa de la exageración desproporcionada.

A pesar de la actual situación económica del país aún hay tiempo para darle la vuelta a los errores cometidos por todos. Para analistas como Daniel Pingarrón, de IG Markets, lo que quita el sueño al inversor español es que la deuda española sea rebajada hasta el nivel de 'bono basura' y que la reestructuración de dicha deuda se esclarezca lo antes posible, además de la situación bancaria actual.

Sin embargo, los analistas Simón Pérez y Marcos Cirera relatan en el libro titulado 'Defiende tu dinero' otros miedos mayores y cuentan cómo pueden 'protegerse' de la crisis. Desarrollamos las principales 'fobias' financieras y explicamos cómo enmendarlas de una forma práctica.

El derrumbe de la banca


La crisis comenzó con la caída de grandes entidades financieras que tuvieron que ser rescatadas por los estados para no desestabilizar de golpe todo el sistema. A falta de que se reestructure todo el sistema bancario, Simón Pérez considera "bastante probable" que aquellos que tengan la totalidad de su patrimonio confiado en un solo banco tengan pérdidas en los próximos tres o cuatro años.

¿Cuál sería el antídoto para curar este mal? Sencillo. Basta con no poner todos los huevos en la misma cesta. La clave para proteger el dinero reside en la "diversificación de la inversión", según argumenta Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Es decir, no guardar todos los ahorros en el mismo banco o el mismo producto. Es más, Pérez y Cirera recomiendan sacar el dinero del balance de los bancos, no de los bancos, invirtiendo en grandes empresas. "Hay que prestarle a otros sectores, que no sean el financiero, parte del patrimonio a través de bonos corporativos o pagarés", indica Pérez.

"Queda mucho camino por recorrer en el sector financiero, pero se han dado pasos importantes, sobre todo a partir de julio", comenta la analista Nuria Álvarez. El temor sobre la quiebra del sistema bancario está comenzando a disiparse gracias a los nuevos avances del Banco Central Europeo (BCE) y la Unión Europea. "La unión bancaria y la estructuración del 'banco malo' son dos aspectos que preocupan a los inversores españoles", asegura Daniel Pingarrón, quien recomienda "invertir en los dos grandes bancos españoles –Banco Santander o BBVA-", ya que ofrecen mejores garantías en caso de que algo vaya mal.

Otra opción, según Pérez, sería depositar parte del dinero en fondos de inversión. "Cuando compras un fondo estás comprando un bono de renta fija de 20 o 30 empresas diferentes", explica el analista catalán. De esta forma, se puede diversificar el patrimonio a nivel internacional y, sobre todo, a nivel multisectorial de manera rápida y sencilla.

El Estado español y su deuda


"Puede llegarse a la situación en que el Estado, en su ánimo de rescatar a la banca, también se quede sin recursos", argumenta Simón Pérez. Sin conocer si finalmente habrá o no rescate a España por parte de la Unión Europea lo más recomendable según estos dos expertos en finanzas es no comprar deuda española.

"Aconsejamos tener una baja exposición a la deuda pública española", indica Pérez. Esto no quiere decir que vaya a quebrar el estado, pero en caso de que la situación empeorase nuestro dinero podría estar más seguro en bonos de otros países como Luxemburgo, Francia o Alemania.

Muchos expertos coindicen en que conocer si finalmente va a haber rescate y saber a qué condiciones se expone el Estado tranquilizaría a los inversores. Algunos consideran incluso positivo que España se acoja a la ayuda europea porque así "se reactivaría la compra de deuda por parte del BCE", indica Daniel Pingarrón. Además, "el Estado no puede quebrar", sentencia Nuria Álvarez, y menos si se cuenta con el respaldo de la Unión Europea detrás.

Cómo escapar del 'corralito'


El tercer temor financiero, según Pérez y Cirera, es que se dé en España un 'corralito' como ya ocurrió en Argentina hace una década. Los analistas de mercados rechazan por completo que ocurra algo así a corto o medio plazo, pero de la experiencia vivida se extraen dos soluciones prácticas.

La primera vía sería abrir una cuenta bancaria en el extranjero. El inconveniente de este procedimiento es su elevado coste y su complejidad operativa. En la mayoría de los casos, como explica Pérez, la entidad reclama "de un 0,8% a un 1% por mantener abierta esa cuenta bancaria". Por lo tanto, al haber una escasa probabilidad de 'corralito', lo más aconsejable es desechar esta idea.

La otra opción es mucho más sencilla. Se trata de acudir a cualquier banco español y comprar fondos de inversión internacionales gestionados y custodiados por entidades extranjeras. "Por ejemplo, compramos en La Caixa bonos de Morgan Stanley, que actuaría como gestor del dinero, y estaría custodiado por Bank of America", expone Pérez. En esta hipótesis, la entidad española tan solo actuaría como entidad comercializadora y el producto financiero se regiría por la legislación estadounidense, por lo que ese dinero estaría a salvo en caso de 'corralito'.

Grandes y medianos inversores optan por enviar su dinero fuera, pero no siempre es por temor. "La decisión de invertir en empresas extranjeras no siempre se debe a cuestiones de pánico sino a opciones razonables como que sean más solventes o coticen mejor en Bolsa", asegura Pingarrón.

El fin del euro


A día de hoy tampoco es probable que el euro vaya a desaparecer de la noche a la mañana, incluso la idea de que Grecia pueda salir de la Eurozona ya se ha diluido en el tiempo, como recuerda Álvarez. Pero puede suceder algún día. "No existen monedas con más de 200 o 300 años, eso es porque cae el sistema y hay que crear uno nuevo y puede ocurrir con el euro", comenta Pérez.

¿Qué hacer para salvaguardar nuestro dinero en caso de desaparición de la moneda comunitaria? Invertir en diferentes divisas, pero no más del 50% del patrimonio. Un poco en yenes, otra parte en marcos suizos y otro 'puñadito? en dólares americanos. "Nosotros creemos que ahora no merece la pena porque en el momento en que inviertes en otra divisa estás sujeto a su volatilidad", afirma Pérez.

Sea como fuere, para no perder dinero lo necesario es informarse bien del riesgo del producto que se adquiere, es decir, no dejarse llevar por la alta rentabilidad, y, además, conocer la inflación para calcular la rentabilidad real de la inversión.

Fuente: EL MUNDO.es

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