miércoles, 8 de mayo de 2013

La vivienda, como inversión, también está muy cara


Hablaba del precio de la vivienda en relación al esfuerzo financiero que hace un familia para poder pagar la hipoteca. Mediante este análisis veíamos como aún tiene recorrido a la baja para situarse en niveles anteriores a la burbuja.

Veamos ahora otra forma de mirarlo con un resultado parecido. Veamos ahora la vivienda como una inversión,
es decir, el comprador de la vivienda no es alguien que va a vivir en ella sino alguien que quiere obtener una rentabilidad mediante el alquiler.

Si tratamos los pisos como cualquier activo financiero del que esperamos obtener una rentabilidad asumimos que cuando un activo financiero ofrece mucha rentabilidad es que tiene un precio bajo y viceversa.

Pues bien veamos aquí cómo ha evolucionado la rentabilidad de la vivienda en los últimos años.


Vemos como es un gráfico muy similar al del esfuerzo familiar en el que aún hay mucho recorrido para llegar a los niveles anteriores a la burbuja.

Los alquileres también están cayendo y por lo tanto la rentabilidad. Por este motivo el precio tiene que caer aún más que los alquileres para que la rentabilidad alcance los niveles anteriores a la burbuja inmobiliaria.

Sólo cuando la rentabilidad sea la adecuada los inversores estarán más interesados en comprar pisos y se frenará la caída del precio de la vivienda.

En definitiva, tanto con la información de esfuerzo familiar o de rentabilidad llegamos a la misma conclusión: la vivienda ha caído mucho, pero no lo suficiente.

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