miércoles, 21 de noviembre de 2012

Inversión defensiva: preservando nuestro capital durante la crisis

Durante las crisis se producen grandes transferencias de riqueza. Generalmente, el origen de dichas transferencias suele ser la clase media y el destino, la clase adinerada. Sin embargo, existen una forma de preservar nuestro capital durante las crisis: la inversión defensiva.

El motivo por el que la clase media pierde poder adquisitivo frente a las clases pudientes es que éstas últimas disponen de recursos para asesorarse de la mejor forma posible para
mantener o acrecentar su capital incluso en las peores circunstancias.

Inversión defensiva: el enemigo a batir


Generalmente, el principal enemigo del mantenimiento del poder adquisitivo es la inflación, ésta hace que con el mismo dinero se puedan adquirir menos bienes con el paso del tiempo. Básicamente consiste en un aumento de precios que puede venir bien por el lado de la oferta (inflación de costes) al aumentar el precio de las materias primas o mano de obra, bien por el lado de la demanda, cuando aumenta el interés por cierto bien y la producción no puede adaptarse y los precios suben.

Otro enemigo de nuestro capital es la depreciación de activos. Básicamente, el mercado decide que algo que tenía un cierto valor, de pronto, deja de tenerlo. Un caso de manual lo tenéis en la brutal depreciación de la vivienda que se ha producido en nuestro país con la crisis inmobiliaria.

Como ya hemos comentado, lo que hace que las clases medias pierdan poder adquisitivo en las crisis es simplemente que no disponen de los asesores que tienen las clases altas. Tal vez no podáis, por ejemplo, comprar diez lingotes de oro, pero seguro que os alcanza para adquirir cinco monedas. Todo es una cuestión de mentalidad e información.

Inversión defensiva: renta variable


Lo que buscamos con la inversión defensiva es más preservar nuestro patrimonio que acrecentarlo. Lógicamente, a nadie le amarga un dulce y si, además de preservarlo, lo aumentamos, pues mejor que mejor.

Para practicar la inversión defensiva en renta variable hemos de elegir las empresas atendiendo a criterios fundamentales. Un buen punto de partida sería utilizar el sistema que utiliza Warren Buffet para elegir sus inversiones: buscaremos empresas sólidas, bien gestionadas y que pertenezcan a sectores consolidados. Si pensáis que una inversión es buena, no os preocupéis si el precio de las acciones baja. Citando al multimillonario inversor estadounidense “una empresa puede perder hasta el 50% de su precio en bolsa sin que le pase nada”, recordad que precio y valor no son siempre lo mismo.

Como es lógico, ciertos sectores serán más seguros que otros. Por poner un ejemplo, en una crisis es más fácil que las acciones de las empresas de telefonía fluctúen a la baja que en el caso del sector alimentario. La razón es sencilla: aún durante las crisis, la gente tiene que seguir comiendo mientras que los gastos en telefonía se vigilan más.

Siguiendo con el ejemplo, si tenemos varias empresas en el sector alimentario, es más lógico que las empresas que siguen estrategias basadas en precios baratos les vaya mejor que a las empresas que buscan la diferenciación por segmentos, etc… De nuevo el razonamiento es similar: conforme más gente pierde su empleo, mayor será la facturación de las empresas que ofrezcan alimentación a precio más razonable.

Aunque no sirva en el presente caso, dada la naturaleza de la crisis (crisis financiera), el sector bancario suele ser una buena opción a la hora de adquirir acciones con la intención de preservar el capital de que disponemos. Cada crisis tiene su propia identidad y en base a ésta debemos de invertir.

Inversión defensiva: renta fija


Por renta fija podemos entender tanto la compra de bonos de diversa índole como la adquisición de activos inmobiliarios. Al igual que en el caso anterior, puesto que estamos en medio de una crisis inmobiliaria, tal vez al principio no fuera buena idea el invertir en inmuebles. Sin embargo, tal y como dice Warren Buffet, “hay que ser valiente cuando los demás son cobardes y cobarde cuando los demás son valientes”.

Conforme los precios del sector inmobiliario aterricen, será cada vez más interesante el incorporar las propiedades inmobiliarias a vuestra cartera de inversión. Por supuesto, la ponderación de inversión en vivienda respecto al total de la cartera dependerá del carácter de la crisis.

En lo que a bonos se refiere, podemos elegir entre bonos nacionales o corporativos. Los primeros provienen de países que quieren acometer ciertas infraestructuras o necesitan financiación extra mientras que los segundos proceden de empresas que buscan capitalizar una deuda (el déficit tarifario de las empresas eléctricas, por ejemplo) o bien realizar inversiones.

Si nuestra principal preocupación es conservar nuestro capital, existen países cuya deuda está considerada muy segura. Entendemos esto como la probabilidad de que el estado a quien se le adquiera la deuda pueda pagar a posteriori. Para saber qué países son solventes se utiliza la famosa prima de riesgo. No es lo mismo comprar deuda Italiana con una prima de riesgo X que deuda Alemana, cuyo interés es la base de comparación.

Para que os hagáis una idea de hasta qué punto se considera solvente la deuda alemana, en las últimas subastas el país germano ha dado un interés inferior a la inflación esperada, es decir, los inversores, consideran que su dinero está más seguro invirtiéndolo en bonos alemanes que manteniéndolo en cash en su bolsillo.

Inversión defensiva: varios


Aunque se considera el oro como el activo refugio por excelencia, actualmente bien podría pensarse que este metal se halla en medio de un fuerte proceso especulativo. Personalmente, mi recomendación se encaminaría a otro tipo de inversiones como monedas antiguas o artículos de coleccionista. También existen empresas que venden diamantes sin montar desde 1000 euros la pieza de 0’3 kilates.

Por último, si os gusta tocar vuestras inversiones y no sois amigos de los títulos en papel (bonos, acciones, etc…) existen mercados de materias primas. Una empresa mal gestionada puede hundirse hasta perder todo su valor, un país puede hacer una quita de su deuda (de ahí la necesidad de elegir bien) pero si adquirís un contrato de trigo (por ejemplo) sabréis que al vencimiento tendréis una materia prima que tocar (ojo, y que almacenar con su costo correspondiente).

Fuente: ActiBva.com

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