miércoles, 24 de octubre de 2012

«Para invertir bien hay que tener mucho sentido común y disciplina»

Alfonso Roa Presidente del comité español de la Asociación Europea de Asesores Financieros

Los asesores financieros necesitan actualizar sus conocimientos y de ponerles al día se ocupan expertos como Alfonso Roa, presidente del Comité de Certificación y Acreditación para España de la Asociación Europea de Asesores y
Planificadores Financieros. Roa expuso este miércoles en Segovia una ponencia dirigido a los responsables de entidades bancarias para enseñarles a diseñar un plan de inversión enfocado a los clientes particulares.

De lo que se trata en estos tiempos de recesión económica es de que las entidades financieras puedan seguir captando inversores a través de planes que puedan adaptarse a los particulares, y dirigidos no tanto a los que pueden destinar grandes cantidades como a los que tienen menos recursos. «El inversor se debe centrar más en invertir bien que en especular», señaló Alfonso Roa. La forma de hacerlo que propuso responde a la premisa de que «invertir bien no es plantear una serie de pequeñas sucesiones con éxito, sino llevar a cabo un plan».

El inversor, explicó Roa, «se debe centrar más en invertir que en especular», y las entidades deben definir a sus clientes para llevarlo a cabo con la definición de dos aspectos claves, «lo que he llamado el 'umbral de insomnio del cliente' y el horizonte temporal de la inversión, el tiempo en el que cliente no va a liquidar su inversión, para lo que hay que determinar qué parte de activos adquiere con y sin riesgo».

A la cuestión de quién puede invertir en estos momentos, Roa respondió que «es mucho más importante que podamos determinar al cliente para que tenga hábito inversor, y más a los que tengan menos patrimonio, para que cada año invierta algo».

Lo que tienen que tener en cuenta los clientes es que «lo que hoy puede parecer imposible, con cierta disciplina es posible», pues «invertir bien es tener mucho sentido común y disciplina». La inversión, deberá así centrarse «en cualquier activo financiero, dependiendo de la capacidad de cada uno», pero con la condición también de que los inversores «no tienen que dejarse llevar por la volatilidad de los valores».

Roa también diferenció la inversión del ahorro, ya que no debe pensarse en hacer inversiones para ahorrar: «Una cosa es invertir y otra ahorrar. El acto de invertir requiere tener un horizonte temporal alto, superior a 7 u 8 años, porque el inversor tiene dos aliados, uno el tiempo y otro la magia del interés compuesto». Estos aliados funcionan porque «si pones un euro cada mes ambos funcionan para ti», mientras que «ahorrar solo supone preservar el capital que tienes y el horizonte temporal es más breve, de cuatro o cinco años».

En este sentido, para Roa el caso de las fallidas 'preferentes' pone de manifiesto que «la : gente no tenía planes de inversión». Sin entrar en juicios de valor, el asesor financiero subrayó que «si la gente hubiera tenido transparencia sobre el producto quizá no hubiera invertido en las preferentes, aunque si se explican bien los riesgos podrían interesar a algunos. Todo es una cuestión de transparencia».

Fuente: elnortedecastilla.es

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