Renta per cápita en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia en
1999-2009 y estim. en 2014 (fuente:FT).
Le pedí al blogger argentino, autor del Blog sobre economía y finanzas Bullspread.com si nos podía
explicar la convulsa época del “corralito”, devaluación y posterior depresión
económica en Argentina en el año 2001. Se ha escrito mucho des del extranjero
sin conocer a fondo que peso y por este motivo le pedí a Bullspread que
nos relatará lo que ocurrió. Un pequeño inciso, en este escrito el peso argentino se describe con el símbolo $ y el dólar USA como USD. Este es su escrito:
nos relatará lo que ocurrió. Un pequeño inciso, en este escrito el peso argentino se describe con el símbolo $ y el dólar USA como USD. Este es su escrito:
“Marc me pide que les hable de lo ocurrido en el coralito y corralón
bancario que afectó a la Argentina de finales de 2001 y principios de 2002,
debido a que esta semana, con motivo del pago de la última cuota del
BODEN 2012 Argentina, se considera, erróneamente, que terminaremos de pagar el
corralón. Erróneamente ya que aún queda una última cuota del BODEN 2013 y porque
parte del BODEN 2012 fue deuda contraída por el actual gobierno en el año
2006. Por otra parte, este pago se hace con reservas del Banco Central
de Argentina. Consecuentemente, el Tesoro se endeuda con el BCRA para pagar esta
deuda.
Cabe recalcar que el procedimiento descrito no es un recurso nuevo en
Argentina, ya que a finales del año 1989 el gobierno del Dr. Menem
realizó un canje compulsivo con los depósitos mayores al millón de australes,
entregando a cambio una serie de bonos llamados Bonex.
Volviendo al tema, lo primero que hay que preguntarse es cómo se llega a
esto, qué fenómeno o fenómenos dan lugar al nacimiento del corralito y el
corralón.
Tanto el “corralito bancario” como su mutación y última expresión, el
“corralón”, fueron decisiones políticas y económicas producto del descalce de
moneda que tuvo la Argentina como consecuencia de la convertibilidad que regía
el país. Lo que ocurría era que la mayor parte de las personas y empresas tenían
ingresos en pesos ($), pero, a su vez, ostentaban deudas en dólares
estadounidenses (USD). Los bancos tenían la mayoría de sus depósitos en USD y
deudas en USD, pero los deudores cobraban en $. Esto quería decir que, en el
supuesto de que Argentina liberara el tipo de cambio, los deudores podrían no
haber contado con los USD suficientes (al ser más caros) para pagar sus deudas.
En consecuencia, os bancos no hubiesen podido devolver a sus depositantes sus
USD. Tengamos en cuenta que es ese momento el peso argentino estaba fortalecido
al tener una paridad de 1=1 con respecto al USD, lo cual no permitía al gobierno
realizar una política monetaria más laxa en pos de ayudar a reactivar la
economía, que se encontraba en recesión desde mediados del año 1998.
Debido a la sensación de riesgo que se comenzó a sentir por los problemas
de pago que Argentina estaba teniendo, algunos depositantes comenzaron a retirar
su dinero de los bancos. Con el tiempo, esto llegó a provocar una corrida
bancaria que dejó a los bancos en una situación delicada. Para que tengamos una
idea, los depósitos del sistema bancario argentino habían pasado de los USD
85.000 millones en diciembre de 2000 a USD 67.000 al momento de la
implementación del corralito.
Es por situación que el gobierno argentino no tuvo otra opción que tratar
de detener la salida de capitales, a fin de no tener que devaluar fuertemente la
moneda. Se hizo lo primero, pero lamentablemente se actuó tarde, y finalmente no
se pudo (o no se quiso) evitar lo segundo.
La noche del viernes 30 de noviembre de 2001 el gobierno del Dr.
Fernando De la Rua prohibió la extracción de un monto mayor a los $250/USD250
semanales por persona depositado en las entidades bancarias del país.
Para entender la gravedad del asunto, basta ver la cifra total de la
extracciones realizadas en esa fecha: USD 1.500 millones!.
A esta prohibición se la llamo “corralito”, ya que si bien impedía
retirar parte del dinero depositado en los bancos, no obstaba a que se utilizara
la totalidad del que se tenía dentro del sistema bancario para realizar
transacciones.
Particularmente, y ante la situación que se vivenciaba, la decisión nunca
me pareció desacertada teniendo en consideración que los salarios medios
rondaban los USD 800 mensuales y que la salida de capitales estaba vaciando las
arcas del BCRA y desbalanceando a los bancos que tenían préstamos en USD a largo
plazo, pero depósitos a corto plazo. El cálculo de USD 250 de retiro por semana
era correcto, porque la mayoría de los asalariados en blanco podía extraer la
totalidad de su dinero en efectivo al cabo de un mes o, sino, utilizarlo
mediante el sistema bancario. ¿Cuál era el problema entonces?. Que,
políticamente hablando, la medida fue completamente equivocada para un país como
la Argentina, acostumbrado a manejarse en efectivo y con un gobierno que ya
venía debilitado.
Sin embargo, esto no fue lo peor. La situación Argentina se
agravó el 20 de diciembre de 2001, cuando el Dr. De La Rua renunció a
su cargo debido a las revueltas sociales causadas por el “corralito” y demás
cuestiones de índole netamente política que no resulta trascendente desarrollar
en esta oportunidad. Como resultado, la presidencia interina fue asumida por el
Presidente del Senado, el Ing. Ramón Puerta, debido a que el Vicepresidente de
la Nación, el Dr. Carlos Álvarez, había renunciado a su cargo hacía ya más de un
año.
Frente a ese panorama, el Ing. Puerta convocó a Asamblea
Legislativa para elegir nuevo Presidente de la República hasta
tanto se celebraran las nuevas elecciones.
De esta manera, el 23 de diciembre de 2001 resultó
electo quien se encontrara desempeñando el cargo de Gobernador de la Provincia
de San Luis, el Dr. Adolfo Rodríguez Saa. Este, ante un Congreso de la Nación
repleto, anunció el default de la deuda externa Argentina. Un
hecho nefasto…
Sin embargo, eso no fue todo. 7 días después, el 30 de diciembre de 2001,
el Dr. Rodríguez Saa presentó su renuncia, aduciendo problemas políticos
internos. Ante esta situación, y por operatividad de la Ley de Acefalía,
el 2 de enero de 2002 la Asamblea Legislativa decidió nombrar como
Presidente Interino de la Republica Argentina al Dr. Eduardo Duhalde, quien a
horas de haber asumido el cargo, anunció la pesificación de los depósitos
bancarios en dólares, y revocó la ley de convertibilidad cambiaria
(sancionada y promulgada durante una gestión que lo había encontrado a él como
Vicepresidente de la Nación). Es justamente esta medida la que se dio en
llamar “corralón”, siendo mucho mas abarcativa que la que fuera impuesta en su
momento por el Dr. De la Rúa y, por ende, más destructiva, ya que los dólares
“acorralados” en los bancos en cuentas a la vista, dejaban de ser dólares y se
transformaban en pesos a $1.40 / 1 USD. En el caso de las deudas, las
mismas fueron pesificadas a $1 = USD1., generando de esta manera, una
transferencia fenomenal de riqueza de los acreedores a los deudores.
Asumido todo el descalabro financiero y con la economía recuperándose
después de la fuerte devaluación ocasionada, el gobierno comenzó a desarmar
gradualmente el corralito, utilizando algunos mecanismos y herramientas
financieras. Tengamos en cuenta que después de acabada la convertibilidad, el
tipo de cambio se disparó, llegando a cotizar $4/USD1, pero con una baja a
$3/USD1 aproximadamente al poco tiempo.
El proceso del desarme del corralito no fue muy ordenado y es demasiado
complejo para detallarlo. En un intento de síntesis, podríamos decir
que:
1.- Los deudores comenzaron a pagar sus deudas en ($) pesos, ajustadas
por un coeficiente de variación salarial (CVS) que aún al día de la fecha se
encuentra vigente.
2.- Los acreedores, dependiendo de los montos de sus acreencias y de sus
edades, comenzaron a recibir diferentes alternativas.
a.- Retiros parciales a un tipo de $1.40 mas un índice de Inflación,
conocido como “índice de Estabilización de Referencia (CER)”. Esto benefició a
aquellos que tenían depositados montos pequeños y que retiraban alrededor de $2
por cada USD1 depositado.
b.- Si los depositantes eran mayores de 75 años, estos podían hacer
retiros mas frecuentes y luego, dependiendo del dinero que tenían, optar por un
bono en USD a tres años (BODEN 2005).
c.- Los menores de 75 años y que tenían mas de USD 10.000 depositados
podían optar por dos tipos de bonos, uno en $ ajustable por CER (BODEN 2007), u
otros en USD a 10 años como el BODEN 2012 al principio, y el BODEN 2013
después.
d. – Asimismo, el dinero acorralado se podía utilizar para comprar autos
y propiedades a un tipo de cambio ajustado. Esta era una opción viable para
aquellos acreedores de grandes montos. El comprador utilizaba el dinero
acorralado y el vendedor podía retirarlo en efectivo.
3. Los bancos fueron compensados con el BODEN 2012 por la “pacificación
asimétrica” que se generaba al tener que cobrar las deudas a $1 + CVS y pagar
depósitos $1.40 + CER
De la descripción que acabamos de hacer surge la existencia de cuatro
bonos, tres de ellos en USD y uno en Pesos ($):
- El Boden 2005 fue por un monto de USD 885 millones y, como
comentamos, era para personas mayores a 75 años. Tenia un plazo de tres años y
tres meses, del 03/02/02 al 03/05/05. Pagaban LIBOR de 6 meses en tres cuotas
anuales y consecutivas. Las dos primeras de 30% y la tercera del 40%
- El Boden 2007 era en ($) pesos por $3.500 millones. Eran a 5 años iniciando
el 03/02/02. Pagaban una tasa del 2% mas CER. Era pagadero en 8 cuotas
semestrales iguales y consecutivas del 12.5%.
- El Boden 2012 fue emitido el 03/08/2002 por un monto de USD 17.449.800.000.
Solo 25% de los Boden 2012 fueron para ahorristas. El 45% compensaron a los
bancos y 30% fue vendido a Venezuela en 2006.
Tiempo después, en septiembre del 2002, se ajustó una nueva diferencia
marginal con la emisión del Boden 2013 que fue entregado a quienes habían
aceptado la pesificación antes de la aparición del Boden 2012. El Boden 2013 fue
emitido el 30/10/2002 por un monto de USD 1.941.810.000
El corralito finaliza oficialmente el 2 de diciembre
de 2002, cuando se anunció la
liberación de los depósitos retenidos por un monto aproximado de 21.000 millones
de pesos. A finales de diciembre de 2006, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación Argentina, en un fallo sometido a
su conocimiento, avaló la pesificación y reprogramación de los depósitos,
ordenando la devolución de los fondos a razón de $ 1,40 por dólar depositado más
la inflación minorista que hubo en el período, más una tasa de interés anual del
4%, sentando así jurisprudencia al respecto que beneficiaría a los ahorristas
que aún tienen juicios pendientes. El resultado de esa cuenta arrojaba una cifra
de $ 3,08 por dólar. Una cotización muy cercana a la vigente en ese
momento.
En resumidas cuentas, los grandes beneficiarios de esta medida
conocida como “corralito” y, más tarde, como “corralón” fueron los deudores,
quienes vieron en términos reales licuar sus deudas. Por su parte, los
acreedores fueron compensados en su pérdida que, con el tiempo, no fue tan
grande para aquellos que tenían montos pequeños. Los que más sufrieron fueron
aquellos con acreencias superiores a los USD 30.000. Igualmente, no debemos
olvidar que esto forma parte del riesgo y retorno asumido, ya que la tasa de los
plazos fijos durante el año 2001 rondaba entre el 7 y el 9%. Sabemos que a mayor
renta, mayor riesgo. Teniendo en cuenta que en ese momento el precio de un
departamento de 1 ambiente en la Ciudad de Buenos Aires. rondaba los USD 35.000,
con un retorno por alquiler del orden del 10% anual, la renta no compensaba el
riesgo, aunque sí la liquidez.
En todo caso, el gran perdedor resultó ser el Estado Argentino, que se
hizo cargo de deudas que no le correspondían.
En cuanto a la situación de España en la actualidad y la posibilidad de
que se adopte una medida similar a lo que representó el corralito en nuestro
país, no pareciera ser muy viable, considerando que no hay un descalce de moneda
mientras España no se salga del Euro.”
Muchas gracias Bullspread.
Os adjunto un interesante artículo que nos enseña como la mejor protección de
un argentino a la devaluación de 2001 era haber comprado oro, fue
mucho mejor que no otros activos aunque la bolsa no fue un mal activo una vez ya
devaluado, no antes.
Gráfico del índice bursatil Merval en Argentina y de la cotización del peso
argentino en la devaluación y “corralito” de 2001 (fuente: gold-eagle.com).
Fuente: investorsconundrum
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