jueves, 5 de abril de 2012

La recesión y sus efectos colaterales entre los consumidores

Muchos son los que habían pronosticado que la recesión se haría ver otra vez en nuestras vidas, y así lo ha confirmado hace unos días el Banco de España en su boletín económico mensual que la economía española ha vuelto a entrar en recesión en el primer trimestre del año, habiéndose contraído el PIB un 0,3% durante el primer trimestre. Para aclarar conceptos resaltar que una recesión es precisamente eso, que el PIB decrezca varios trimestre consecutivos,
es decir, cae la producción, la riqueza nacional, la renta, además de perder poder adquisitivo.

La situación se endurece aún más cuando nos notifican que mes a mes hay un nuevo record de paro, alcanzando cifras de 4.750.876 personas en el mes de marzo. Todo esto marca una brecha en los consumidores, cambiando sus pautas de consumo, reduciendo al límite su gasto. Todos saben que una recesión implica mayor desempleo, disminución de la capacidad de consumo, disminución del PIB, aumento en la cartera vencida de los créditos, y un largo etcétera marcado por un ambiente de negatividad que vamos a concretar a continuación especificando cómo afecta una recesión en los cambios de hábitos de los consumidores.

El ocio


Los consumidores tienen ahora una nueva mentalidad que provoca un cambio en su comportamiento, impactando negativamente en los niveles de gasto. Desde que comenzó la crisis, muchos son los consumidores que han reducido el 60% el presupuesto destinado a ocio y restauración. Bares y restaurantes ven como su clientela se reduce cada vez más, ya que los usuarios se decantan más por planes low-cost y por merendolas hogareñas.

Estamos ante una etapa en el que el ocio se ha convertido más casero que nunca, siendo la televisión y el fútbol el ocio más extendido, seguido del ocio digital, frente a la lectura, arte, cine o música clásica que son actividades más minoritarias. Pero además de la restauración y el ocio, el gasto de los consumidores también se ha reducido en otras categorías como son los viajes. Ante previsiones tan negativas para el futuro preferimos ahorrar ese dinero por si nos hiciera falta en un futuro.

Automóviles


Otro de los ámbitos en los que hemos reducido bruscamente nuestro consumo es en el sector de los automóviles. Además de preferir más el transporte público frente al privado para ahorrar en gasolina, la decisión de comprar un coche es algo que se plantean cada vez menos españoles.

Muchos saben que desde hace décadas las ventas de automóviles han sido un indicador muy representativo del nivel de consumo y renta de una economía, de tal forma que, si estas incrementaban, era síntoma de que la economía atravesaba una buena época, pero si se reducían, es porque algo estaba pasando.

Indudablemente algo está pasando cuando en el 2011 se comercializaron en España unos 809.948 turismos y todoterrenos, cifra que supone un 17,7% menos que en el 2010, además de ser cifras similares a las alcanzadas en 1993. Por ello, se espera una cifra de ventas inferior a lo largo del 2012.

La vivienda


Vivimos rodeados de malas previsiones macroeconómicas, unido a un aumento progresivo de las tasas de paro, de inseguridad laboral, etc… que hace que la decisión de comprar una vivienda sea un auténtico quebradero de cabeza.

Evidentemente ha habido una considerable reducción del volumen de viviendas iniciadas, pero la oferta de inmuebles de nueva construcción es aún elevada, por lo que la venta del gran stock que hay tanto en inmobiliarias como en bancos será lenta, englobando tanto primeras como segundas residencias. A esta situación hay que unirle los incrementos de los costes financieros que provocan una disminución en los márgenes comerciales de las promotoras, lo que puede alargar el período de incertidumbre en este sector.

Por todas estas causas, se prevé que a lo largo de este año siga habiendo una tendencia a la baja de los precios de los inmuebles. Lo que en muchos casos hace que esperemos y esperemos a que bajen cada vez más las viviendas, jugando a ver qué comprador es más paciente y compra el mayor chollo.

Gastos ligados al hogar


Seguramente que también penséis que el precio es el factor determinante en la decisión de compra, incluso en los productos que son básicos en vuestra lista de la compra, pudiendo decir que ningún producto está a salvo con la recesión. Buscamos reducir el gasto doméstico a través de cualquier artimaña: bombillas de bajo consumo, desenchufar los aparatos, bajar la temperatura de la calefacción… Todo vale con tal de ver como se reduce nuestra factura.

Alimentación


Eso de llenar los carros hasta arriba con previsión de varias semanas se ha acabado. Compramos cada vez más lo justo o menos de lo que necesitamos, y a precios más baratos. Evidentemente este comportamiento afecta de manera muy negativa al gran consumo, siendo el 2008 el último año en el que este sector creció de manera significativa. Podríamos afirmar que el 2011 fue un año malo para el consumo, pero que el 2012 será peor, ya que el ligero crecimiento que prevén los expertos será debido a la inflación.

Optamos cada vez más por marcas blancas de los comercios como una medida más de ahorro. Para que os deis cuenta del incremento, resaltaros que allá en los tiempos de 1999 representaban el 20% del gasto en alimentación, mientras que en el 2009 ya constituían casi un 40%, convirtiéndose así en una gran competencia para las marcas de los fabricantes.

Muchas previsiones de especialistas apuestan que en el 2012 solo aumentará el consumo en droguería (0.6%) y en alimentación (0,1 %) especialmente en alimentos saludables, dieta y preparados.

Ropa y otros complementos


Las infidelidades aumentan: no nos importa ser infiel a la marca siempre y cuando saquemos más partido a nuestro presupuesto. Sin embargo, somos muy reacios a renunciar a este tipo de gastos, prefiriendo reducir la frecuencia de compra antes que renunciar al producto.

Aunque más del 59% de los españoles sienten la necesidad de darse algún capricho al margen de la situación económica que tengamos, y queramos comprar todo tipo de novedades, nos dirigimos mucho más a establecimientos outlets y a esperar a comprar en épocas de rebajas. Además, aunque se espera un año peor que el 2011, no se prevé un descenso brusco en este tipo de artículos.

Fuente: ActiBva.com

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