domingo, 22 de abril de 2012

Cierre la oficina, ponga un asesor

Ante un recorte drástico de puestos


Expertos, banqueros y autoridades políticas vaticinan un inminente e intenso recorte en el número de empleados en el universo de la banca. Se calcula que las rondas de fusiones y los procesos de recapitalización podrían llevarse por delante alrededor de 30.000 puestos de trabajo, un dato que adelgazaría de forma considerable la cifra de banqueros en España. Hasta ahora, la crisis económica ya le ha costado el empleo a 13.280 empleados, un 5% de la plantilla que había justo antes del estallido.

La figura del consultor, internet y la crisis aceleran un cambio de paradigma: se clausuran sucursales


En el futuro, buscar una oficina bancaria debería ser algo parecido a buscar una cabina de teléfono. Habrá pocas, tan pocas que se convertirán en una pieza residual. La mayoría de nosotros tendrá un consultor financiero, alguien a quien llamar, de la misma manera que la mayoría de nosotros tenemos un móvil y ya apenas usamos las cabinas”.

Lo dice Vittorio Colussi, consejero delegado de Banco Mediolanum en España, y la reflexión revive el espíritu de las cabinas: pensando en ellas se recupera la imagen de José Luis López Vázquez, atrapado en aquel artefacto endemoniado, zarandeado por la grúa, sudoroso y asfixiado de nervios e impotencia... La cabina, una herramienta que hoy se antoja antediluviana. Pero no perdamos el hilo y volvamos a la historia. Realmente, tal como predice Vittorio Colussi, ¿llegará el día en que veamos la oficina bancaria tan desfasada, tan anticuada, como hoy podemos ver una cabina telefónica?

Ocurra lo que ocurra, hay un proceso abierto. Se está intensificando el plan de cierre de oficinas en España, consecuencia de un abanico de circunstancias. Cobra fuerza la figura del consultor personalizado, se multiplica el papel de internet y se acentúa el peso de la crisis, que le ha dado la vuelta al calcetín. En los estupendos años previos a esta depresión, proliferaban las oficinas en España. Ahora se tiene que ahorrar.

En todo caso, el plan se antoja largo y laborioso: la bancarización española ha sido siempre un fenómeno incuestionable, tal como ilustra el gráfico que acompaña esta pieza. Las cifras lo dicen todo. En España, en diciembre del 2010, había 94 oficinas por cada cien mil habitantes, un dato desproporcionado si se contrasta con los números de la UE de los Quince, donde se contaban 42 sedes por cada cien mil clientes (sin entrar ya en el caso holandés, de apenas 17 oficinas por cien mil...).

Conscientes de ese desfase, un buen puñado de entidades españolas o radicadas en el país apuestan por un cambio de paradigma. La figura del consultor especializado, el auge de internet y la atención a través del teléfono facilitan la sustitución de las oficinas, cuyo papel sigue siendo importante, aunque se antoja residual desde una perspectiva a medio plazo.

España, ya lo ven en los números, se ha quedado atrás. Sin embargo, a su ritmo, va haciendo su trabajo. En el primer trienio de la crisis, bancos, cajas y cooperativas han cerrado 2.770 sucursales, sin contar las 2.504 que han clausurado en los tres últimos trimestres. La necesidad aprieta.

“Al inicio de nuestro proceso de fusiones, en el 2010, nosotros contábamos con 1.704 oficinas. Ahora hemos cerrado 280 –dice Albert Puig, de BMN–. Al principio actuamos según criterios de proximidad: juntamos las oficinas que estaban más próximas. Luego nos movieron criterios de rentabilidad. Las oficinas con peores cuentas de explotación han desaparecido. Calculamos que en este ejercicio habremos reducido nuestros costes en un 23% a través de estas acciones”.

Para este 2012, la fusión y el cierre de sedes hará que BMN pueda ahorrarse un 23% en costes

Otras entidades han actuado de la misma manera. “En el periodo de la crisis hemos eliminado alrededor de 300 oficinas”, dice Antonio Belmonte, del Banco Popular, en un proceso que se presume continuado en el tiempo. “Cada caso se estudiará provincia a provincia. Pero la idea está clara: la integración debe dar lugar a menos oficinas”. Bankia ha clausurado 853 oficinas en este mismo tiempo. Banca Cívica, 157.

Otros no han tenido que actuar de esa manera. El italiano Banco Mediolanum no necesita cerrar oficinas. Entre otros motivos, porque nunca ha contado con ellas. Su modelo es distinto, consecuencia de una serie de factores: entre ellos, que la entidad apenas suma 30 años de vida. “Como banco, nacimos en 1997.Yesa fue una suerte suerte para nosotros –dice Colussi–. Si hubiéramos aparecido antes, hubiéramos abierto oficinas. Al hacerlo a finales del siglo pasado, entonces pudimos concentrarnos en nternet”.

La entidad, que dispone de una cartera de 75.000 clientes en España, ofrece un modelo de gestión con escasos referentes en su entorno: en su caso, da prevalencia a la atención telefónica y a los consultores personalizados (tiene 500), muy por encima de la atención en oficinas. Apenas cuenta con una única sucursal, en Barcelona.

Banco Mediolanum, con 75.000 clientes en España, cuenta con 500 consultores y una sola oficina

“Nuestros consultores son nuestras oficinas ambulantes –dice Carlos Tusquets, presidente de la entidad–. Son asesores con una estrategia precisa y clara”. “Desde el siglo XV, el modelo de la banca apenas había cambiado –dice Colussi–. Sin embargo, internet está transformándolo todo. En el futuro, nadie se tomará la molestia de caminar 200 metros hasta su oficina si puede resolver cualquier gestión a través del móvil, llamando a su consultor, que le atenderá a cualquier hora, incluso en fin de semana”.

Fuente: LA VANGUARDIA

1 comentario:

Gregorio Estévez Pascual dijo...

Este es indudablemente el camino