martes, 20 de diciembre de 2011

Deudas y propiedades: riesgo y seguridad; prestar dinero o hacerse socio

Riesgo y seguridad


Siempre me ha gustado el sector accionario, aunque creo que es arriesgado e incierto. Por lo tanto, al final me decanto por las obligaciones porque son más seguras.

¿Pero, quién ha dicho que la renta variable es arriesgada y la fija segura?

¿Cómo que quién lo ha dicho? Se sabe, siempre ha sido así.

¿Y no crees que son clichés? Razonemos juntos. Este tema es tan importante que requiere una explicación simple y detallada. Dividamos la casi totalidad de los tipos de inversiones en 3 sectores: inmobiliario, renta fija y renta variable. Con respecto al sector inmobiliario, hay terrenos que pueden ser agrícolas o edificables, y edificios que pueden ser industriales, comerciales, oficinas y pisos. Por tanto, ¿cómo es el inmobiliario: seguro o arriesgado?

Es muy seguro.

Y ¿qué pasa con la renta fija?

Podemos entender la renta fija a través del concepto de deuda. Las naciones pueden endeudarse. ¿Cuál es la deuda por excelencia? Los títulos del Estado. Tú prestas dinero al Estado y el Estado te da intereses. También pueden ser deudas corporativas: las obligaciones son deudas típicas de las empresas.

¿Cómo es la renta fija: segura o arriesgada?

Es muy segura, siempre ha sido así.

El sector inmobiliario y la renta fija son seguros. ¿Y la renta variable?

Como ya te decía, la renta variable es muy arriesgada.

Bien. Ahora tenemos que entender qué hay detrás de la renta variable. ¿Qué son las acciones? Son las cuotas de Sociedades Anónimas (S.A.).

Entonces, cuando adquieres acciones, adquieres una participación en una empresa de cualquier parte del mundo y que pertenezca a cualquier sector - por ejemplo, sector alimentario, bienes de consumo, energético, farmacéutico, financiero, inmobiliario, industrial, servicios, tecnológico, o, lo que es lo mismo, toda la economía. El mundo de la economía engloba a todas las empresas de los distintos sectores. Por lo tanto, todo lo que nosotros llamamos sector accionario es la economía mundial cotizada en las varias Bolsas.


¿Qué quieres decir cuando defines como arriesgado el sector accionario?

Temo poder perder parte de mi inversión en vez de conseguir ganancias.

En palabras llanas, temes que algo no salga bien en las empresas de las cuales posees acciones e incluso que estas puedan quebrar.

Para que esto pueda pasar deberían desaparecer las empresas del sector alimentario, de los bienes de consumo, energético, farmacéutico, financiero, etc. Esto quiere decir que antes tendría que desaparecer toda la economía.

Pero, al desaparecer por completo la economía global, se desbloquearía todo el proceso del progreso y, por lo tanto, ¿qué sentido tendría tener un terreno edificable?

Ninguno.

Si no hay empresas que puedan construir allí, este terreno no tendrá ningún valor.

¿Qué sentido tiene el inmueble, si no hay empresas que puedan comprarlo o alquilarlo para instalar allí su actividad productiva?

Otra vez, ninguno.

Y lo mismo pasaría con inmuebles comerciales y oficinas. La única excepción son los apartamentos.

Y si estas empresas desaparecen, ¿cómo puede pagar su deuda de empresa?

No pueden pagarla; esta es una de las principales razones por las que las deudas de empresa empiezan a no ser tan seguras.

¡No saques conclusiones aún! Este hipotético receso de la economía, además de afectar a algunos elementos del sector inmobiliario y algunos de la renta fija, bloquea el sueldo de los empleados. Y si los empleados no reciben un sueldo, ¿cómo pueden pagar la hipoteca o el alquiler del piso?

Por lo tanto, los apartamentos también pierden valor.

¿Y quién paga los impuestos sobre los beneficios, que ya no existen, y del sueldo de los empleados, que tampoco existe?


Es un efecto dominó.

Si el Estado no cobrara impuestos, ¿cómo podría pagar el sueldo a sus empleados públicos y la deuda?

Entonces, ¿ni mi renta fija es segura?

¡La única excepción son los terrenos agrícolas en los que puedes cultivar patatas!

Un escenario para poner los pelos de punta.

¿Pero, de verdad te parece posible este escenario?

¡Espero que no!

¿Pero cómo se va a bloquear? Nunca se ha dado el caso, tampoco con las guerras mundiales. Por lo tanto es imposible desde un punto de vista racional. También en el caso de una empresa que quiebre, el problema es solo de esa empresa y no de la economía global, ya que el resto de las empresas la acaban absorbiendo. Es como si el restaurante donde sueles ir cerrara: simplemente te irás a otro.

A la hora de razonar, tenemos que pensar que la economía global y el progreso nunca se detienen.

Observa aquí debajo la cubierta de Stocks for the long run (Acciones para invertir a largo plazo) de Jeremy J. Siegel, un texto clásico que contiene nada menos que dos siglos de historia.


De aquí se deduce que las propiedades accionarias (stock) rindieron mucho más que las obligaciones . En dos siglos, un dólar invertido en acciones (stocks) se habría convertido en 7,47 millones, frente a los 10 744 si se hubiera invertido en bonos (bonds): 700 veces más.

Es extraordinario.

No, no es extraordinario, es muy normal y más adelante veremos la razón. Y fíjate que el “terrible” ’29, que se recuerda en cada crisis, casi desaparece en el gráfico.

Entonces el verdadero riesgo a largo plazo, incluso si no esperas dos siglos, es la falta de ganancia en la renta fija. Lo único en lo que estamos de acuerdo es que la renta variable, por muy diversificada que sea, es arriesgada a corto plazo. En períodos muy breves se pueden obtener resultados positivos, pero también negativos. Por lo tanto, al optar por la renta variable, siempre se habla de tiempos muy largos.

Además, ¿los bonos de Argentina no eran deudas estatales y los bonos Enron y Lehman Brothers no eran deudas de empresas?

¡Para algo de lo que estaba seguro…!

Prestar dinero o hacerse socio


Al fin y al cabo, las “finanzas”, tan complejas, se reducen a dos simples realidades: prestar dinero o hacerse socio.

Hay personas que PRESTAN DINERO a otros a cambio de una porcentaje ganancial, los famosos intereses. Según el emisor, los préstamos pueden denominarse obligaciones, bonos estatales, bonos, etc. En cualquier caso siempre se trata de DEUDAS.

Otros, en cambio, al invertir en acciones, SE HACEN SOCIOS. Las acciones no son nada más que cuotas de Sociedades Anónimas (S.A.). Se trata, en efecto, de PROPIEDADES. Por tanto, todo consiste en la elección de invertir en deudas o en propiedades; en otras palabras prestar dinero o hacerse socio.

Aclarado esto, razonemos un poco sobre la cuestión. Si tuvieras una deuda, ¿preferirías pagar más o menos intereses?

Menos, por supuesto.

Y si fueras propietario de una empresa, ¿preferirías obtener más o menos beneficios?

Otra vez la respuesta es obvia: ¡más beneficios!

Detrás de las deudas (bonos) y de las propiedades (acciones) hay personas con experiencia, muy competentes que actúan en interés de la empresa, la cual es, a menudo, una potencia económica relevante.

Sí, pero ¿qué tiene que ver todo esto con lo que debería hacer yo con el interés de las empresas?

Su objetivo es tomar las mismas decisiones que tomarías tu: detrás de las acciones hay gente que trabaja para obtener más beneficios y detrás de las deudas hay gente que trabaja duro para pagar menos intereses.

A largo plazo, las propiedades darán mejores resultados que las deudas.

Por esta razón, no es extraordinario, sino normal. Es la confirmación del objetivo: pagar menos deudas y obtener más beneficios.

Pero a veces hay algunas obligaciones que rinden mucho más de lo normal.

Si se encuentran títulos que, con la misma duración, dan rendimientos efectivos mucho más altos, no es por un despiste de los responsables. Como ya comentábamos, evidentemente, detrás hay gente con mucha experiencia y competencia. Por tanto, quien invierte no es más listo que los demás. Es porque el riesgo es muy elevado, como se demostró con los bonos de Argentina o de Enron.*

Tasas más altas = riesgos más altos. Si todo sale bien, tienes un buen retorno. Sin embargo, si la cosa sale mal, puedes llegar a perder todo el capital. Los riesgos son proporcionales al rendimiento: cuanto más alto, más riesgo.

Es oportuno utilizar los términos correctos para quien los entienda:

- “mercado de obligaciones” da una idea neutra;
- “renta fija” da una idea excesivamente positiva;
- “mercado de deuda”, en cambio, entraña compromiso.

¿Y si invierto en acciones de una empresa, que luego no va bien o que incluso quiebra?

¡Muy buena pregunta! Si te juegas todo a una carta, puede que no pase nada, pero si pasa algo ¡menudo lío! Si, en cambio, utilizas más de una carta, si “diversificas”, te puedes quedar más tranquilo.

Diversificar significa obtener resultados con el menor grado de ansiedad posible.

¿Entonces es mejor invertir todo en acciones diversificadas?

¡No corramos! Invertir en acciones diversificadas por durante un período temporal largo llevaría a los excelentes resultados ilustrados en la figura 2.3. En cambio, si hubieras invertido en un período breve, comprando en la euforia 1999 - 2000 y luego hubieras vendido por miedo, después del 11 de septiembre, habrías sufrido una pérdida significativa. El mercado, en efecto, a corto plazo, está sujeto a fuertes y peligrosas oscilaciones. Por tanto, ¡calma! Pensemos antes de actuar.

¡La prisa es mala consejera!


* La quiebra de Argentina se produjo en 2001. En 2005 Argentina propuso un cambio de un 30% e nuevos bonos en el valor nominal poseído.

Los tribunales internacionales llevaron a juicio al estado argentino, aunque, a día de hoy, no se haya compensado a los ciudadanos.

La quiebra de Enron implicó la reducción del valor de las acciones a cero. Los ahorradores que habían invertido en obligaciones recibieron solo una compensación parcial.

Fuente: inostrisoldi.com

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