miércoles, 13 de julio de 2011

Diccionario económico para entender la crisis del euro

La nueva fase de la crisis que comenzó en 2007 tiene conceptos como 'triple A', 'letras', 'bonos' y 'credit default swap' que pueden resultar lejanos para los lectores. Esta es una breve explicación sobre el problema de la deuda europea.

Emisión de deuda


El Reino de España se financia, en parte,
mediante emisiones de deuda del Tesoro Público, en forma de Letras (de tres a 18 meses), bonos (tres a cinco años), obligaciones (10 a 30 años) y, de forma minoritaria, divisas.

Hay un calendario de subastas de deuda. En ellas participan principalmente inversores institucionales, que luego colocan los valores en los mercados secundarios. A mayor desconfianza y especulación, mayor coste de financiación para el Estado.

Por ejemplo, en la subasta de obligaciones a 15 años del pasado 16 de junio, la demanda (6.700 millones millones) duplicó la oferta, cuya banda oscilaba entre 2.500 y 3.500 millones. Sin embargo, el alto interés exigido al Tesoro, un 6,043% anual, el más alto de la década, hizo que el organismo decidiese colocar sólo 2.839 millones de euros.

Mercados secundarios


Los valores ya emitidos se compran y venden en los mercados secundarios. Es decir, un ciudadano puede adquirir deuda pública en la Bolsa, a través de una entidad gestora, o directamente a una entidad financiera, como bancos y cajas de ahorro.

A diferencia de la subasta del Tesoro, el mercado secundario permite una negociación mayor entre el inversor y el mediador, aunque este cobrará comisiones. Por ejemplo, si uno quiere invertir a nueve meses puede adquirir una letra de un año una vez pasados tres meses desde su emisión.

Otra forma de inversión es el 'repo'. El inversor pacta con su intermediario la compra de un valor a un precio y la futura recompra de éste a otro precio. El cliente gana la diferencia entre ambos precios a cambio de ser propietario del título durante un tiempo, normalmente menos de un año.

Prima de riesgo o diferencial


La rentabilidad exigida en los mercados secundarios por asumir la deuda de un país que atraviesa una grave crisis es mucho mayor que la exigida a una nación que crece y es solvente.

El diferencial es el margen de rentabilidad entre un país y el de referencia, que en el caso de Europa es Alemania, sobresaliente en solvencia según las agencias de calificación crediticia.

Si el 'bund' alemán a 10 años paga un interés del 2,7% y el español paga un 6%, el diferencial son 330 puntos básicos. Un coste muy alto y difícil de asumir, aunque lejos del riesgo país de países rescatados como Portugal (900 puntos, 11,7%) y Grecia (1.300 puntos, 15,7%).

A mayor, diferencia, más desconfianza. Así, la prima de riesgo es un termómetro de lo costoso que será emitir deuda para el Tesoro... y para las empresas privadas de un país.

El coste de financiarse se nota por ejemplo en los préstamos de los bancos. Las entidades se prestan entre sí para cubrir sus compromisos, muchas veces en operaciones de un solo día. Cuanto más les cuesta financiarse para conceder créditos, menos margen de rentabilidad tienen, por lo que más cobrarán a sus clientes.

Especulación con CDS


Desde el inicio de la crisis, los distintos reguladores, como la Comisión Europea y la Reserva Federal de Estados Unidos, han intentado tomar medidas contra la especulación. En 2010, George Soros y algunos fondos de inversión riesgo ('hedge funds') decidieron apostar contra el euro por el fuerte endeudamiento de los países miembros.

Uno de los instrumentos favoritos para especular son los Credit Default Swaps (CDS, en inglés), seguros que firma el acreedor para protegerse ante impagos.

España, por ejemplo, paga unos 335.000 dólares de CDS por cada 10 millones de dólares de deuda a 10 años que emite. Si no pagase, el asegurador se hace cargo del bono.

Los fondos de inversión se endeudan fuertemente (apalancamiento) cuando ven una 'presa' con problemas. El juego es comprarlos baratos, jugar con las dudas sobre el país o empresa, y revenderlos más caros. Sin embargo, como todas las apuestas, si fracasan sufren enormes pérdidas.

El problema surge cuando los aseguradores no pueden pagar por haberse endeudado demasiado. Como fichas de dominó, los impagos se suceden y pueden tumbar el sistema financiero, como pasó con la bancarrota de Lehman Brothers y el rescate del gigante asegurador AIG.

Agencias de calificación


Estas empresas, Moody's, Standard & Poors (S&P) y Fitch, ponen nota a la calidad de la deuda de empresas y naciones. En teoría independendientes, han sido fuertemente criticas por la Unión Europea tras rebajar a 'bono basura' sus calificaciones de Portugal, Irlanda y Grecia.

El 'bono basura' significa que invertir en él tiene un alto componente de especulación ante la alta probabilidad de impago.

España, que retuvo el 'sobresaliente' (triple A) hasta 2010, ha visto como su nota ha sido degradada al 'notable'. No obstante, las agencias ven 'creíbles' las reformas del Gobierno.

Standard & Poor's, por su parte, ha advertido a Estados Unidos, referencia mundial en las emisiones de deuda, que su sobresaliente está en el aire si no logra controlar su déficit y cierra un acuerdo en el Congreso para elevar su techo de endeudamiento, 14,3 billones de dólares. Si no lo logra antes de agosto, incurriría en impagos.

Fuente: EL MUNDO.es

No hay comentarios: