miércoles, 4 de junio de 2008

La Renta Fija no es "fija"

En las últimas fechas hemos conocido la preocupación de no pocos inversores porque sus posiciones en bonos, obligaciones, etc perdían valor. Por ello, quizás sea buen momento de explicar que la Renta Fija (RF) no es propiamente "fija"… Un título de RF (por ejemplo un bono) promete devolver el nominal de la inversión y realizar una serie de pagos anuales, o cupones, como forma de rentabilidad para el inversor. Pero se ha de tener en cuenta que el término "fija" se refiere a la renta (es decir, los cupones y el nominal) y no al precio, que está sujeto a las oscilaciones del mercado, aunque no tan pronunciadas como sucede con la renta variable. Variaciones en los tipos de interés, en el rating (calidad crediticia) de los emisores y en la demanda de la emisión provocarán
variaciones en el valor de las obligaciones.

Pasemos a explicarlo de forma más clara con un ejemplo: suponer que hoy (02/06/2008) adquirimos un bono con vencimiento 2011 por un importe de 100 euros que nos promete el pago de un cupón anual del 5%. Es decir, tenemos certeza que el 2 de junio de 2009, 2010 y 2011 nos pagarán un cupón de 5 euros y que además en esta última fecha (02/06/2011) recibiremos los 100 euros de nuestra inversión inicial. Hasta ahí el único riesgo de este producto sería que el emisor quebrase, entrase en bancarrota…algo que, en el caso de emisores reconocidos y con buenos ratings, es improbable.

Ahora bien, como ocurre hoy día, quizás haya unos inversores alemanes que deseen vender sus posiciones esos bonos, por necesidad de liquidez u otras razones. Ellos lo tendrán que vender por un precio inferior a 100 euros para encontrar comprador en el mercado secundario, por ejemplo a 98 euros. Nuestra inversión de RF ha dejado de ser "fija".

Imaginemos que estamos a 30 de noviembre de 2008 y queremos valorar nuestra posición en RF. Como debemos hacerlo a precios de mercado, nuestra inversión por 100 euros tendrá un valor real de (supongamos) 98. Es decir, perdemos un 2% en nuestra posición (actual), pero sabemos que en las fecha de pago recibiremos siempre nuestros cupones (calculados siempre sobre el nominal de la inversión y no sobre el precio de mercado) y a vencimiento el importe del nominal.

También, es interesante notar que si adquirimos un bono cuyo valor de mercado es inferior al precio de emisión, la rentabilidad será superior al tanto porcentual que nos remuneran mediante los cupones. Es decir, la rentabilidad será superior.

Por ejemplo, en el caso de que el bono anterior lo pudiésemos adquirir a 98 euros (para simplificar, horas después de su emisión) la rentabilidad verdadera de dicha inversión o TIR es del 5,74% (en lugar del 5,0% que lograríamos comprándolo a 100). Es decir, resulta interesante incorporar a nuestras carteras emisiones de RF que estén cotizando por debajo de su valor inicial, siempre y cuando hagamos un concienzudo análisis del emisor, como realizamos en AfiNet con las carteras de nuestros clientes.

Es decir, quizás veamos que el valor de nuestra inversión en RF vaya variando cada día por el hecho de que el precio al que se venden bonos iguales al nuestro en el mercado es diferente al nominal inicial. Pero hemos de ser conscientes que nuestra inversión nos devolverá un cupón fijo anual y el nominal a vencimiento, es decir, cantidades conocidas con certeza ("fijas").

Mañana veremos un ejemplo concreto que aclarará mejor lo explicado en el blog de hoy. La semana que viene veremos como se traduce todo esto en los fondos de inversión de renta fija.

Fuente: CincoDías Blog.com

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